Por Winston Allen
SIEMPRE tuve ese ‘excavación’. Es un regalo. Poder genético en mis hombros. Cuando era niño, era un chico naturalista y siempre trepaba a los árboles. Y siempre tuve ese instinto ‘callejero’, querÃa hacerte mucho daño, lo más rápido que pudiera. Lancé toda mi potencia en cada golpe, incluso en el boxeo de sombra con pesas.
En mi época, el peso crucero no estaba establecido y me habrÃa costado llegar a las 13.8 libras (el lÃmite de la división hasta que se elevó a 14.4 libras en 2003). Hoy me habrÃa limpiado. Ahora sólo tengo 14,3 años. Yo los empujarÃa. Siempre admità mucho peso, a menudo dos kilos y medio, tres kilos, pero realmente podÃa golpear y usé mi (falta de) tamaño a mi favor, David y Goliat. Más crédito cuando noqueé a esos gigantes. Si golpeo a un crucero, quedarán marcados.
El problema fue que no pude conseguir un aviso de seis semanas. Siempre con poca antelación, cuando apenas estaba haciendo tictac. Era mi vida. Nunca perdÃ, asà que no pude conseguir trabajo con los chicos de Londres. En consecuencia, luché por conseguir victorias consecutivas.
En cambio, me enviaron a entrenar. Thomas A’Beckett, Old Kent Road, di tantas “erupciones de lienzo”. Dennis Andries me metió el pulgar en el ojo cuando le propiné un tórrido combate y lo derribé inmediatamente después. Me prohibieron la entrada al Beckett después de que dejé a John L. Gardner. También dejé a Hughroy Currie. No hago hilo. Los directivos empezaron a suplicarme que me lo tomara con calma con estas “estrellas”. Debo haber tenido algo.
Me reservaron 10 dÃas para entrenar con Anders Eklund en Suecia, antes de que peleara con (Frank) Bruno. Un metro ochenta, ocho kilos, una mandÃbula grande y larga. A los cuatro dÃas me enviaron a casa. ¿Por qué? Noqueé a Eklund en su gimnasio. Tiro perfecto. Te doy mi palabra. ¡Gané esa pelea por Bruno!
***
Nacà de padres jamaicanos en Ely. Tuve dificultades en la escuela, pero era un atleta talentoso, fibras musculares naturales de contracción rápida. Nadie podÃa tocarme en los 100 metros. Jugué al número ocho y tuve una prueba para colegiales galeses (rugby), pero me prohibieron después de que golpeé a un niño en las duchas que me llamó negro bastardo.
Ely era un idiota. Ningún lugar adonde ir, nada que hacer. Tuve un hijo a los 16 años. En los años 70, hubo muchos abusos raciales pero nadie se metió conmigo. Tengo una reputación. En las peleas callejeras, derribaba a los niños, de cara al frente. Los altercados siempre fueron breves.
A los 17 años, estuve 10 meses en el correccional de Weymouth. Aplasté a este tipo, peleando por una chica, y luego golpeé a dos policÃas vestidos de civil enojados que intentaron detenerlo. Manos pesadas. Pasé un tiempo en el bloque (confinamiento solitario). ¡Lucha! Mi padre me advirtió: ‘Sal de Cardiff o acabarás matando a alguien con tus propias manos’. Me cago encima. Tu padre te conoce. Swansea resultó más amable conmigo.
Empecé a boxear en el gimnasio de Eddie Avoth en Caerau. Sólo querÃa ganar dinero, querÃa ser Muhammad Ali; De puntillas, elegante y grácil. Ningún oponente fue más rápido que yo; Fibras rápidas, reacciones de pantera. También podrÃa absorber una excavación. No tardé mucho en volver a componerme.
Ojalá hubiera empezado antes. QuerÃa aprender a hacerlo pero no habÃa muchos profesionales en Cardiff y los directivos no tenÃan ni idea. No pudimos tener ningún entrenamiento. El único promotor de Gales fue Eddie Thomas, en los valles. Ojalá me hubiera relacionado con Eddie Bea mucho antes. Gran entrenador de la vieja escuela, más mi personaje. Él también habÃa estado en problemas.
En la primera pelea, Terry Chard, chico de Newport, me gana por puntos. Regresé, inmediatamente después, lo destrocé, lo noqueé y comencé una racha ganadora. Desafortunadamente, mi flujo se vio interrumpido por algunos breves tramos, impagos de multas, peleas…
En aquel entonces, nunca tenÃamos DVDS, no sabÃamos si los oponentes eran zurdos, ortodoxos, no podÃamos consultar los registros en la red. No hice preguntas, simplemente aparecÃ: ‘Hagámoslo’. Es cosa de golpeadores.
Una vez estaba subiendo una escalera pintando cuando mamá llamó para decirme que necesitaban que boxeara en Londres al dÃa siguiente. ¡Terminé pintando el gato, pintando las cortinas! Siempre llegaba tarde a las salidas, fuera de casa y todo el mundo abucheaba. No estaba tan nervioso peleando, pero habrÃa llegado mucho más lejos si no fuera por las decisiones que no tomé.
Entré en un par de torneos de peso pesado en los que peleabas dos veces el mismo dÃa. Noqueé a un niño en 33 segundos, uno de los más rápidos en ese momento, pero fui derrotado en la final por David Pearce de Newport (puntos 6).
‘Yukka’ (Pearce) fue con quien peleé más duro. PodrÃa BANG. En la primera ronda estaba un poco nervioso, rÃgido, por su credibilidad e historia. Su entrenamiento era extremo y yo sabÃa que el mÃo no lo era. Pero no temo a ningún hombre. Lo golpeé muy fuerte, pero pudo recibir algunas lamidas. Entrenamos mucho más tarde. Estupendo chico. Corazón adorable.
La gente empezó a dudar de mà después de que Manny Gabriel me noqueara (KO 1) – buen golpe, sin excusas – pero, inmediatamente después, eliminé a dos de los mayores atractivos de Mickey Duff, Andy Palmer (rsf 2) y Stan McDermott (KO 1).
Palmer era el prometedor de Duff. Chico guapo, cuerpo de Hércules. Campeón ABA. Centro de conferencias de Wembley. Su oponente se retira tarde pero me importa un carajo. Estuve entrenando muy bien en los valles con George Evans y eso te da confianza. PodrÃa convertir el miedo en emoción. Los golpes de Palmer no tuvieron presión. No estaba seguro de si estaba jugando. Lo llevé a través del ring y lo derribé. Planchado.
Después de eso, no hay trabajo. Tuve que buscar en el extranjero pero mi mayor miedo es volar. Primero, Peter Holm (7-2). Dinamarca. ¡Literalmente se orinó en el ring cuando lo golpeé, se podÃa verlo gotear por su pierna, en mitad de la pelea (rsf 3)!
Jean Pierre Coopmans llevó a Ali a la distancia y todavÃa era un buen chico cuando peleamos. Estadio al aire libre, Bélgica. La gran estrella del paÃs. Pero esa noche me sentà fuerte. Mi derecha es la mano letal, pero George me entrenó especÃficamente para un gancho de izquierda que pelea y Coopman se sacudió cuando lo atrapé con él. Vi miedo en su rostro. Conecté otro gancho de izquierda y él está fuera, no se movió (ko 1). La arena repleta quedó completamente en silencio, solo yo celebrando. La verdad, fue agradable verlos dispuestos. Nunca tuve miedo. No querÃa matar a nadie pero ese es el juego.
Alfredo Evangelista. Barcelona. Gran cara de bulldog y hombros enormes. Pero podrÃa aguantar sus golpes. Lo lastimé mucho, lo presioné más. Todo el público lo abucheaba al final (l pts 8). Alfredo no era un buen tipo y (el promotor) Mogens Palle intentó pegarme unas cuantas libras después, asà que los maldije a todos. Ely habla. Mi mejor ‘victoria’.
Después de eso, se corrió la voz y no pude conseguir peleas, punto. Los directivos de Cardiff no pudieron negociar y los posibles oponentes se volvieron escépticos. Asà que gané combate de maÃz.
Fui el principal compañero de entrenamiento de Lucien RodrÃguez antes de que desafiara a Larry Holmes. Seis dÃas, uno por ronda, durante el dÃa gratis. ¡Jodidamente encantador! Entrené con Evangelista después de que peleamos y con (Joe) Bugner y Bruno antes de que se pelearan entre sÃ.
Al final, pude luchar contra Neville Meade por el tÃtulo de Gales en Swansea por televisión. HabÃamos discutido antes, cuando yo era mucho más joven y él me intimidaba. Una bestia, manos enormes. Sus guantes de entrenamiento no tenÃan relleno. Doloroso.
A las dos, el dÃa de la pelea, me arrestan con una multa pendiente y me encierran a golpes en una celda. La policÃa sabÃa que yo iba a pelear esa noche, por lo que el promotor tuvo que traer el dinero de mi bolsa de pelea. Estoy cansado, agotado, estresado. Me llevaron corriendo al vestuario y me pusieron los guantes. Neville ya está en el ring, esperando, mirándolo.
Pensé tontamente: ‘ElimÃnalo lo más rápido que puedas’. Pero si logras que Nev pase cuatro rounds, lo elegirÃas. Sin resistencia. Nuestra pelea duró menos de dos asaltos, pero él está explotando como el infierno. Pero me rompió la nariz. Paro técnico, no nocaut. El bateador más duro con el que peleé. Cuando Neville te golpeó en el pecho, todo tu cuerpo vibró.
Billy Aird era duro y tenÃa astucia. Quizás el mejor con el que peleé. Me derribó aproximadamente en el cuarto asalto pero, después de eso, quise matarlo (l pts 10).
Luché contra Joe Bugner y Frank Bruno, espalda con espalda. Bugner regresaba a casa en el Reino Unido después de seis años en Estados Unidos. Me dijo que serÃa un honor para mà luchar contra él pero, aunque estaba concediendo unos tres kilos, no tenÃa miedo ni remotamente y él sabÃa que iba a hacerle daño.
Joe no era un bateador tan fuerte, pero era una leyenda en la industria desde hacÃa mucho tiempo. Gran peso corporal, muy inteligente. Me llamó negro bastardo, asà que le di varios cabezazos, provocándole cortes, y le saqué un trozo enorme del cuello. (Posteriormente, Allen fue multado con £ 100 y suspendido durante 21 dÃas por la BBBofC por “mala conducta”).
Joe me derribó al final de la tercera ronda y, curiosamente, los hombres que trabajaban en mi esquina gritaban: “¡¿Quédense abajo, quédense abajo?!” Estaban en el campo de Bugner. (Levantándose a las seis y habiendo sonado la campana, Allen fue extrañamente contado por el árbitro Harry Gibbs). Eso era triste. TenÃa tres rondas más duras para darle algunas lamidas. SabÃan que yo era un verdadero problema. Después Joe admitió que podÃa batear.
Bruno estaba en sus primeros dÃas de aprendizaje y yo tenÃa mucha confianza, pero antes de la pelea estuve en cama dos dÃas con una infección grave en el pecho y sin energÃa. Mi manager me obligó a pelear.
Empecé bien y, en su libro, Frank admite que cuando aterricé fue como una descarga eléctrica, el golpe más fuerte que habÃa recibido hasta entonces. Pero el golpe de Frank estaba constantemente en tu cara. Era una excavación con la mano derecha muy fuerte y peligrosa (l rsf 2).
Intenté recuperarme contra otro finalista de la ABA, Rudi Pika, también de Cardiff, un tipo grande, ancho y de aspecto aterrador. Rudi era más joven pero ya habÃamos compartido brutales sesiones de sparring. Eddie Bea nos entrenó a los dos pero dijo que yo era mejor.
Antes de boxear en Top Rank, tuvimos un altercado afuera de un club de soul. Dos pesos pesados, la misma ciudad. Una cosa del ego. No bebo, pero el alcohol puso a Rudi alborotado. Empezaba a empujar pero yo no tenÃa miedo. Cuando estoy nervioso, entra en juego el factor miedo, la adrenalina. Tengo más potencia de la que sugiere mi tamaño. Lo dejé caer, pero su hermano y otros saltaron antes de que comenzara seriamente.
Rudi era cuadrado, fuerte, zurdo, pero yo estaba calentando hacia el final y le di algunos lamidos (l pts 8). SolÃa ​​enojarme, siempre tenÃa que ir a casa y decir “Perdido en puntos”, como si fuera un oficial. Nunca tuve una mentalidad de oficial, no simplemente aguantaba.
Ancalet Wamba, Francia. No me dijeron que era olÃmpico (l pts 8). (El informe de BN habla de ocho asaltos controvertidos en los que Allen fue amonestado continuamente pero asestó todos los golpes limpios). Wamba pasó a ser un campeón mundial (peso crucero) que reinó durante mucho tiempo. ¿Qué hay de mà entonces? Se nota que fui de primera división. Quizás no sea un ganador de primera división, pero debà tener algunas habilidades.
Stefan Tangsted fue campeón de Europa, 21 peleas invicto. A otro lo maltraté pero le dieron la decisión (pts 8). Poco después luchó contra Mike Spinks por el tÃtulo de peso pesado. Fue un momento delicado entre Horace Notice y yo, otro campeón de la ABA, en Wembley. Después Horace me dijo personalmente que sabÃa batear. Creo que fui yo quien le desprendió la retina.
Finalmente me retiré después de perder por puntos ante Johnny Odhiambho (18-1), otro atleta olÃmpico, en Copenhague; chico rudo y duro. Sólo tenÃa 27 años pero estaba desanimado. Malas decisiones y gerentes de mierda. Es un juego peligroso y no querÃa lastimarme. Afortunadamente, hoy todavÃa puedo tener una conversación y ocuparme de mis responsabilidades.
Entonces decidà volver a las calles. Luché sin licencia en las calles secundarias. Chicos realmente duros. Hubo rumores sobre mà contra Roy Shaw. Ya habÃa pasado su mejor momento.
Hoy vivo en Ealing, Londres. Tengo 65 años. Sigo trabajando duro, enseñando entrenamiento personal durante 30 años. Tengo pasión, sé lo que hago. Entreno todos los dÃas excepto los domingos, 20 rondas al dÃa además de mucho trabajo de fuerza. Bestia las piernas para ganar resistencia. TodavÃa me encantarÃa volver al ring y luchar por un tÃtulo sin licencia. TodavÃa tengo velocidad en las manos, todavÃa tengo acondicionamiento y cardio, todavÃa tengo pies ligeros para mi tamaño. Mi poder se manifiesta.
Ex boxeador, hay que tener mucho cuidado. Hace tres años estuve a punto de ir a la cárcel tras una pelea en un banco. Algunos chicos se saltaron la cola. Cortésmente les pedà que tomaran su lugar, con acento suave. Uno me empujó, le pegué. Una vez. Dispuesto. Llegó la ambulancia. Me acusaron de la Sección 18, heridas maliciosas, que es cárcel. Tenemos el circuito cerrado de televisión. Caso ignorado. Ellos me atacaron primero. ¡Pero estresante! Lo habrÃa perdido todo.
También dirijo una empresa de cobranza de deudas. Soy respetuoso, tomo todo el papeleo pero ellos saben que el dinero está pendiente y ¡te garantizo que te pagarán!
(Entrevistado por Glynn Evans)